
Estos pendientes redondos, con un diámetro de 3.5 cm, son un verdadero atrapamiento visual. Inspirados en los complejos y cautivadores patrones de los rosetones de las antiguas catedrales, estas piezas de encaje metálico negro aportan un toque de elegancia gótica a cualquier atuendo.
Están fabricados con precisión artística, donde cada corte crea un fascinante juego de luz y sombra, captando la atención y acentuando el misterio. El motivo central evoca un sol estilizado, convirtiendo cada pieza no solo en un accesorio, sino en una pequeña obra de arte.